Diagnóstico y problemas más frecuentes en el sistema de frenado

Diagnóstico y problemas más frecuentes en el sistema de frenado

El sistema de frenado puede presentar una serie de problemas habituales relacionados con el pedal del freno, las pastillas o los discos.

En este post nos toca analizar hoy cuáles son los problemas más habituales en el sistema de frenado. Sin duda el que un vehículo frene correctamente es uno de los factores, sino el más, de seguridad, tanto para los que viajen en el coche como para los que transitan en otros vehículos o son peatones cruzando una calle.

COMENZAREMOS CON UNA INSPECCIÓN PREVIA EN EL SISTEMA DE FRENADO

Pedal

Poner el coche en marcha.
Comprobar si hay ruido o fricciones.
Pisar el pedal, el movimiento debe ser suave y volver a su sitio rápidamente sin ruidos.
A continuación pisamos el pedal con fuerza, el pedal se moverá de manera flexible pero firme.
Para saber si hay escape de líquidos de frenos hay que presionar el pedal durante 15 segundos y comprobar que no hay movimiento de dicho pedal.
Para saber si se encienden y apagan las luces de frenado también presionamos y soltamos ligeramente el pedal.

Latiguillos y tuberías

Levantar el capó y comprobar que no hay fugas.
Que las tuberías no estén dañadas o abolladas.

Desgaste de las pastillas

Hay que revisar el vehículo cada 10.000 km.
Quitar la rueda delantera derecha para inspeccionar el desgaste de las pastillas de freno.
Si quedan menos de 3mm de pastilla utilizable hay que cambiarlas inmediatamente.

Problemas más frecuentes en el sistema de frenado

El pedal del freno hace más recorrido: Si lo hace es posible que el sistema de líquidos de freno esté en mal estado o tenga aire, tenga una fuga o que las pastillas estén desgastadas. Por tanto, habrá que purgar, rellenar el líquido de frenos o cambiar las pastillas.

El pedal del freno hace menos recorrido: Puede tener algunas piezas dañadas que intervienen en la extensión y retracción

Pedal esponjoso: Las causas pueden ser que exista aire en el sistema hidráulico, el líquido sea inadecuado o esté contaminado por agua, el listón del caliper esté agarrotado, el latiguillo debilitado o la pinza gripada.

Pedal, muy duro: El pedal ofrece mucha resistencia al pisarlo porque seguramente las pastillas están sucia impregnadas con líquido de freno o grasa. Otras causas pueden ser que el pistón esté gripado, el líquido tenga una cantidad inadecuada, las pastillas estén cristalizadas, los discos dañados o el servofreno que funcione mal.

Pedal con menor trayectoria: Se ha acortado el recorrido del pedal cuando frenamos porque la goma del cilindro maestro está hinchada, o el pistón del cilindro principal no vuelve a su lugar y también puede ser porque las piezas de retracción o extensión estén débiles.

Una rueda se bloquea: Esto puede deberse a que los rodamientos estén sueltos, que se hayan hinchado las gomas de los cilindros o que en esos cilindros se agarroten los pistones. Además otras causas de ese bloqueo en la rueda pueden ser alguna conducción obstruida, pastillas de freno defectuosa o el cable del freno de mano que se encuentre enganchado.

Hasta aquí los problemas más frecuentes que nos podemos encontrar relacionados con los frenos.

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