útiles consejos para cuidar tu coche en verano. Tanto desde el punto de vista estético, como del funcionamiento del mismo, y del confort y tranquilidad de conductor y pasajeros.
Antes de realizar un desplazamiento de importancia, realiza una pequeña revisión a tu vehículo. Sí has seguido convenientemente el mantenimiento marcado por la marca, te valdrá con hacer una comprobación de niveles (aceite, refrigerante, líquido limpiaparabrisas, carga de la batería?), comprobar la presión de neumáticos y ajustarla al nivel de carga que vaya a tener nuestro vehículo, y asegurarnos del buen funcionamiento de luces, indicadores, dirección y sistema de frenos.
En caso de emprender viaje en el momento de la salida o puesta de sol, o simplemente te encuentras en viaje en esos momentos, ten la luna delantera lo más limpia posible. Una óptima visibilidad es esencial para conducir con seguridad.
Intenta usar el freno motor en vez del freno convencional. Un exceso del uso del freno, en combinación con una temperatura exterior demasiado alta, pueden llegar a reducir la eficacia de los mismos e incluso a provocar fallos en su funcionamiento.
Presta atención a la temperatura del motor. Si el indicador sobrepasa la zona roja, más vale hacer una parada en el camino, esperar a que baje y reanudar la marcha, que seguir circulando y provocar una avería mayor.
Intenta estacionar el coche en lugares sombríos. Aunque este consejo parece obvio, tiene un transfondo bastante importante. Una alta exposición del coche a un calor extremo, puede hacer que al volver a usar el coche nos avise de algún fallo eléctrico o electrónico.
En caso de no poder estacionar a la sombra, usa parasoles. Intenta proteger el interior de ese calor excesivo del que hablamos, ya que puede llegar a provocar desajustes en el salpicadero y paneles de la puerta, cosa que se suele traducir en la aparición de los famosos y molestos ?grillos? o crujidos.
Protege el volante, y también los asientos, en caso de tener tapicería de cuero, para así evitar quemarse al volver a usar el coche.
Para proteger la pintura y su acabado, procura lavar el coche con cierta frecuencia. Y si eres un sibarita en del detallado, o quieres conservar tu coche impoluto, aplica cera con absorbente de rayos ultravioleta.
Por último, tras abandonar la costa conviene realizar un lavado completo, prestando especial atención en la limpieza de bajos, que es dónde mayor cantidad de ?salitre? nos podemos encontrar. Previniendo así una remota pero posible corrosión.
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